Al pasar un equinoccio de un signo zodiacal a otro, se han originado a lo largo de la historia, grandes cambios; glaciaciones, guerras, caída de imperios, civilizaciones, cambios en general para el arte, la ciencia, la técnica, etc. Esto es lo importante: bajo la influencia de determinadas constelaciones, en forma de corriente electromagnética sobre la tierra, se dan razón a los inventos en el punto justo de la historia que deben ser descubiertos. Por eso, brevemente, bajo una mirada astrológica, realizaremos un análisis superficial de las eras y hechos históricos.
La ciencia astronómica define “agujero negro”…un tragadero de energías. Distintos científicos exponen distintas teorías, pero coinciden en que las galaxias han estado condensándose constantemente, por muy atrás que nos situemos, siempre encontramos galaxias en expansión, entonces plantean , por extraño que parezca, que el universo no ha tenido ni principio, ni fin…Sin embargo la primera palabra del primer capítulo de la TANAJ es BERESHIT ( en principio…) y no estoy planteando la eterna discusión ciencia versus religión…la ciencia es expresable, pero la sabiduría no, muchas veces creer en realidad significa no saber. Mientras la ciencia se ocupa de lo manifestado, el esoterismo, a partir de lo manifestado, busca revelar lo oculto. “desde una óptica psicológica, la ciencia participa de manera objetiva con la realidad, es una percepción pasiva, desde afuera. La religión, por otra parte, accede de manera subjetiva y activa de las cosas, desde dentro”. Con humildad, el objetivo de estas notas, es intentar mostrar caminos, el mío lo encontré en la Kábalah con “k” (¿otra vez?) Pero cada uno elegirá el que mejor le parezca, siempre con el objetivo de mejorarnos como personas, aprovechando la controversia para ampliar horizontes y crecer… Utilizando las palabras de IONE SZALAY que recuerdo del primer día del curso…”nosotros guiaremos para encontrar el agua…UD lo ponen en el cántaro que les resulte mejor…”.
Sigue la intriga.
RECUERDA... KABALÁH CON K y no cábalas
Aída Shulamit